Por Rubén Rodríguez García

Si hay un órgano que juega un papel determinante en la digestión es el estómago. Allí se procesa lo que sirve o no para el organismo y convertirlo en proteínas y sustancias que le dan fortaleza al mismo. Creo que ante hechos fundamentales como este y el desconocimiento en la materia, Dau muy seguramente perdió también anatomía y biología. No me quiero imaginar esas pruebas intentando explicar cómo funcionaba el aparato digestivo y en especial el estómago.

Pues bien, aludiendo al simil que ha querido establecer desde el inicio de su mandato el alcalde William Dau, en el sentido de que hay periodistas o comunicadores de estómago, es relevante responderle al mandatario distrital que, efectivamente si los hay, y como periodista con orgullo, me sumo a ellos.

Y se hace interesante decirle al burgomaestre que como periodistas de estómago somos capaces de digerir la buena información que se genera, e igual la que no y, así llevarla a la opinión pública, para que se nutra y le sirva a fin de edificar y construir un organismo en óptimas condiciones.

Y en ese orden de ideas quiero decirle alcalde que en casi cuatro años de su mandato poco o nada ha hecho usted para nutrir este importante organismo. Los periodistas llamados de estómago venimos haciendo nuestro trabajo y, en conclusión, le decimos que cuando el alimento no sirve sencillamente se desecha o se expulsa del organismo. Y eso es lo único que usted ha hecho en cuatro años.

Hoy cuando el debate de cara a la alcaldía se pone de presente quiero decirle señor alcalde que hay propuestas o nutrientes interesantes que se rescatan y se necesitan. El organismo llamado ciudad comienza a levantarse y entender que cuanto antes hay que salir de la indigestión que usted nos ha venido ocasionando y que sencillamente la sal de frutas o alka – seltzer que usted está recomendando no servirá.

Como periodistas de estómago la tenemos clara y usted no ha beneficiado para nada este organismo. Lo ha ido acabando con esa comida chatarra que le está brindando y a causa de los problemas digestivos que se han ocasionado es pertinente buscar un buen remplazo o, de lo contrario, seguiremos con la diarrea de problemas que hoy estamos afrontando.

Y finalmente, decirle que así como el estómago suele ser impredescible, los periodistas siempre estamos alerta para no terminar defecándola ante la opinión pública. Se trata de un compromiso social y un constante cuidado que no parece ser su mayor virtud, señor alcalde.

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