Por Rubén Rodríguez García

Cartagena sucumbe ante el caos y todo parece que nos diera igual. No hay un solo rincón de la ciudad que no sea presa del desórden y el descontento que se ha generado en contra de una administración distrital que, al igual que la ciudadanía, pareciera que todo le da igual.

Sus habitantes no saben qué hacer. Para la administración distrital ahora mismo da igual si los cartageneros protestan en las calles y deciden cerrarlas; da igual si lo roban en el barrio El Recreo; da igual si se da clases o no en las instituciones educativas del Distrito; da igual si Transcaribe no funciona.

Y más allá de la teoría del caos que se ha construido en la ciudad donde todo nos da igual, hay algo que no le da igual al alcalde mayor de la ciudad y es que Roy Barreras le haya dado el aval con su partido político Fuerza de La Paz al precandidato Dumek Turbay. Que la ciudad esté vuelta nada al alcalde poco o nada le interesa pero que el parlamentario del interior del país tome la decisión de brindar un apoyo a una candidatura, ahí sí, como se dice popularmente, se arma Troya.

No he visto al alcalde hablar de la situación de Transcaribe, realizar un Envivo para que se hable del tema de la inseguridad, que nos hable del tema de las instituciones educativas, de los macroproyectos que como la Protección Costera, están como los pasos de Mompox, un paso para delante y dos para atrás. En fin, no lo he visto hablando de los temas que lo comprometen con la ciudad.

El caos reina hoy en Cartagena y debo entender que es así como quien se autodenomina el papá de los cartageneros demuestra que nos quiere. El adagio popular reza “Porque te quiero te aporrio”. Es increíble el grado de masoquismo al que se ha llegado en la ciudad y dejar que todo esto pase porque es normal o porque nos hemos debido habituar a que esto pasara. Increíble que todavía se le crea a un alcade que como Dau nos haga suponer que todo da igual porque la negligencia y la ineptitud no lo hacen tomar medidas preventivas frente a los temas que son coyunturales para la ciudad.

¿Desde cuándo sabía que los colegios se quedarían sin aseo y sin vigilantes?; ¿Desde cuándo sabía que el problema de Transcaribe se venía pa encima?; ¿Desde hacía cuanto los vecinos de El Recreo se estaban quejando de la ola de inseguridad que los afecta? Esto solo por traer a colación temas que hacen parte del diario acontecer de la ciudad y a los que se les ha dejado de atender porque eso se resuelve en cuanto sea necesario. El caos reina en Cartagena y es preocupante ver que nada pasa. Los gremios, al igual que Shakira, permanecen ciegos, sordos y mudos y están de espaldas a una ciudad en la que solo tienen sus ojos puestos en sus intereses.

Pues bien, a estas alturas, los cartageneros estamos solos ante una caótica situación en la que no hay nadie quien nos defienda. Esta crítica situación que se vive es producto de una sumatoria de errores que se han venido dando tras la elección de un alcalde que como Dau ha demostrado su incapacidad y negligencia para dar respuesta a los problemas que hoy nos agobian. Cuatro años en los que poco o nada le ha importado Cartagena. Se ha gobernado de espaldas a las comunidades y la situación ha crecido mes tras mes y cada día empeora. Ante esta agobiante situación hay que decirle a los cartagneros: ¡Recuerda que, Tú papá te quiere!

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