Cuatro toneladas de yuca se vendieron en tiempo record de cuatro horas durante la jornada de la Yucatón que se adelantó en el peaje de Ceballos y en el peaje de Manga. Una jornada de protesta pacífica con la que se pretendió no bajar la guardia y seguir activos en el llamado a la desobediencia civil de no pagar los peajes en la ciudad y enviar mensajes a la ciudadanía de que al liberarse de esta obligación el dinero le alcanza para comprar mínimo tres kilos de yuca para el desayuno o el almuerzo.
Erick Urueta Benavides, director de la Red de Veeduría a la Rama Judicial, Vejuca, y miembro del Comité Antipeajes, manifestó que está claro que con el pago de los peajes se le está quitando a la gente prácticamente la comida del bolsillo. “Con el pago de la tarifa de los peajes se le está quitando el desayuno a los cartageneros y está claro que no se debe seguir cancelando toda vez que se ha declarado un detrimento y es ilegal”, sostuvo el veedor.
Añade Urueta Benavides que si en cuatro o cinco horas se lograron vender cuatro toneladas de yuca y en tres horas se vendieron 3 mil plátanos, cuánto está recaudando la concesión vial en un 24 horas continúa de peaje. “Con el dinero que se recauda en la concesión cuánto se ha dejado de proyectar en la ayuda que se le debe brindar al campo o cuánto se ha dejado de invertir en obras. Con estas jornadas se ayudó al campesinado teniendo en cuenta que la yuca proviene de Bayunca y de Clemencia”, manifestó el veedor.
Y la jornada que se adelantó mantuvo el lema de ‘No pago el peaje pero compro 3 kilos de yuca’ y para el remate en horas de la tarde en la jornada se alcanzaron a dar 6 kilos de yuca por 5 mil pesos. “El mensaje es que con lo que recauda la concesión se deja de invertir en el campo. Con un día podemos comprar fácilmente 24 toneladas de yuca o podríamos comprar 24 mil plátanos para ayudar al campesinado”, concluyó Urueta.