Por ESOVA NOTICIAS

Es increíble lo tranquila, quieta y apacible que se sintió la ciudad mientras el alcalde mayor de la ciudad William Dau Chamatt vivía un verano en Nueva York y sostenía un sinnúmero de citas en el pretil y en uno que otro café para intentar disque traer inversión de la capital de mundo. Y digo que vivimos muy tranquilos, a pesar de los problemas que hoy nos agobian y, de los que sabemos, Dau no será la respuesta efectiva para darle solución.

Y aunque el verano en la ciudad de Nueva York comienza el 21 de junio y finaliza entre el 22 o 23 de septiembre quedaron rezagos de esta temporada calurosa y húmeda y creo que el mandatario distrital se dejó llevar por el encanto de la ciudad y tras echar más de una cana al aire y dejar salir su yo interior, se quiso divertir, como dice el Gran Combo, con encanto y con primor porque de hechos concretos y de buenas noticias para la ciudad muy poco fue lo que verdaderamente logró.

Con gran desparpajo el mandatario distópico que tiene nuestra querida Cartagena, hizo alarde de lo que hizo y deshizo en su visita a los Estados Unidos. Lo peor no es eso, lo peor es que los incautos que lo siguen en las redes sociales y que hacen parte aún de ese comité de aplausos, siendo cada día menos, por fortuna, se refieren a este personaje sacado de las tiras cómicas como una lumbrera en asuntos de gobernanza.

Mientras los cartageneros vivimos llenos de temor por la ola de inseguridad y el sinnúmero de problemas que afrontamos, el mandatario mostraba en sus redes sociales una cantidad de supuestas reuniones en cafés, restaurantes y hasta en los pretiles de Capitolio de los Estados Unidos como si fuera la panacea para traer proyectos a la ciudad de Cartagena.

De buenas intenciones está empedrado el camino al infierno, reza el adagio popular. Algunos cartageneros aún tragan entero y no entienden que para trabajar en la consecución de proyectos importantes de inversión se requieren de verdaderos lobbys, de un trabajo de agenda que ha debido estar cuadrado desde el Palacio de La Aduana y de la cual desde la jefatura de prensa nos hemos debido enterar y saber con certeza de sus citas y proyectos.

Incluso nos quedamos esperando su facebook live con esa saludo desde la capital del mundo en inglés para demostrar su fluido inglés: hello this is your friend the tractor, seguido de sus onomatopéyicos sonidos que lo han caracterizado en estos últimos días.

Lo paradójico de todo esto es que los cartageneros se olvidan que si a Dau le quedó grande conseguir recursos para Transcaribe en la capital o montar un proyecto de relevancia en Planeación Nacional, ¿Cómo pudo presentar proyectos en el orden internacional? Sus relaciones se limitan a aquellas que pudo sostener cuando laboraba en los llamados Fondos Buitres para atentar contra el patrimonio de los demás.

Así son las cosas, y que nos quede claro, hasta el momento no reposa en la Oficina de Planeación Nacional un solo proyecto presentado por la administración distrital. Y esto es para que lo tengan en cuenta, en la ciudad se pueden presentar proyectos en el tema de interacción administrativa, y lo que se denomina el Pacto por Bolívar, donde hay mas de 300 mil millones de pesos para que los departamentos y los municipios de manera interactiva ´puedan presentar proyectos de infraestructura y saneamiento básico, medio ambiente y cultura, sin embargo, esto pareciera desconocerlo el gobierno distrital, principalmente en materia de infraestructura, un tema que le hace tanta falta a la ciudad de Cartagena.

El alcalde Dau llegará de su periplo por la capital del mundo y todo seguirá igual. Con él o sin él, nada va a cambiar en una Cartagena que se hunde a pedazos y requiere cuanto antes que alguien la libere de esta terrible situación que la agobia.

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