En la tarde de hoy, miembros de la Policía de Infancia y Adolescencia, en compañía del personal de la Comisaría de Familia de Magangué, liberaron a un niño que sus padres lo mantenían encadenado en su casa, evitando que saliera a vender drogas a expendedores del barrio Primero de Mayo.
A las 3:00 de la tarde, las autoridades encontraron en el cuarto de la señora Diría al menor, y ella manifestó que encadenó a su hijo porque los jibaros de ese barrio lo colocaban a vender sustancias alucinógenas y personas consumidoras, también le suministraban al niño de 12 años.
La policía investigó sobre este caso, agregando que el niño era utilizado como compañero de estos delincuentes para facilitar el trabajo del expendio de la marihuana, base de coca y bazuco. La madre del menor precisó que ésta ha recibiendo amenazas por parte de estos jibaros por no prestar a su pequeño para llevar a cabo las actividades ilícitas de estos delincuentes.