Nuevamente un audio compromete al alcalde William Dau Chamatt con un mal proceder teniendo en cuenta que, en su momento, violó flagrantemente los estatutos de Edurbe y pidió la cabeza del gerente Uriel de Arco. Es de recordar que el mandatario, le sugirió al representante de la entidad, a través de un audio que se hizo viral, que renunciara para evitarle una destitución de su cargo. La manzana de la discordia habría sido el informe que suministró Edurbe sobre la Tasa Interna de Retorno y el que no se hubiera logrado o respondiera a lo que pretendía la administración

Consultados expertos en administración pública, el mandatario incurrió en lo que en derecho se denomina DESVIACIÓN DE PODER creyendo tener el derecho para remover del cargo al gerente de Edurbe y no entendiendo que esto recae en una junta que, a su vez, es puesta por los accionistas de esta entidad. En este caso, los accionistas son los municipios, la Gobernación y la alcaldía pero está claro que el alcalde no se puede abrogar el derecho de quitar o poner a su antojo el gerente.

Al mal proceder y la desviación de poder por parte del mandatario se le suma el que se tomaron decisiones con miembros de la Junta Directiva suplente y no con los titulares como lo establecen los estatutos. Una vez renunciaron Jaime Alberto Hernández Herrera, Edith Salas Osorio y Santiago Noero Arango, se pasó por alto que estas dimisiones debían pasar a manos de la asamblea y una vez aceptadas reestablecer una nueva junta de miembros titulares para tomar decisión sobre el nuevo gerente.

A juicio de los expertos y entendidos en la materia consultados por este portal lo que hizo el alcalde fue citar a una asamblea extraordinaria y las decisiones que se han debido tomar con los titulares, él las tomó con suplentes.

Quien le debe aceptar la renuncia a Uriel de Arco es la junta bien conformada y como renunciaron los de la junta queda sin piso la dimisión del gerente”, sostiene Édgar Nárvaez, abogado experto quien añadió que un tema como este es materia de análisis por parte de la Superintendencia de Sociedades y los actos cuando van en contra de los estatutos se caen y quedan sin piso.

Esto lo que deja en evidencia es que hoy, así sea que jurídicamente Uriel de Arco esté por fuera, el gerente sigue siendo él porque las cosas no se hicieron acorde a la normatividad que rige a Edurbe. Y muy a pesar de que el artículo 35 de los estatutos le da el poder al alcalde de que pueda solicitarle a la Junta que se remueva al gerente por su iniciativa, lo que no puede hacer es forzar la salida del gerente porque el nominador es la junta.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *