Agobiados y desesperados, se encuentran los vecinos del barrio Las Delicias y La Troncal, ante la ola de inseguridad que los viene golpeando sin clemencia. Aseguran que los hechos delictivos se registran a cualquier hora del día y los malhechores ya se meten hasta las residencias que tienen rejas.
Los vecinos señalan que no son solamente los atracaos sino que invaden los espacios de las residencias y se meten dentro de ellas a las terrazas. “Nos están invadiendo nuestros hogares y nuestros apartamentos. Ingresan y nos intimidan con armas de fuego. En mi casa ya van dos veces que se han metido en la terraza y la reja de mi residencia tiene 3 metros “, comentó una de las líderes.
Los moradores de Las Delicias señalan, que los dueños de lo ajeno se meten por las ventanas de las cocinas de los apartamentos ubicados en un segundo o tercer piso y la sorpresa es cuando ya se encuentran con ellos intimidando con pistolas y demás a la gente para que sean ellos mismos quienes saquen sus pertenencias para simular una mudanza. “No sabemos como trepan las paredes porque parecen unas arañas pero cuando queremos llamar a la Policía nos nos atienden o llegan después de fiestas”, asegura la líder.
En Las Delicias aseguran que se sienten solos y abandonados frente a la delincuencia. “Estamos desprotegidos y nos estamos organizando porque no tenemos apoyo de ninguna índole. Todo lo vamos a dejar en manos de Dios porque si asumimos un compromiso por nuestra cuenta seremos los malos del paseo”, concluyó la líder.
De otra parte, en el barrio La Troncal denuncian los vecinos que son dos y tres atracos diarios en estos dos sectores de la ciudad y se hace necesario un urgente apoyo por parte de la Fuerza Pública para combatir esta delincuencia. “Activamos las alarmas pero el accionar de la Policía es muy lento y cuando quieren llegar ya los delincuentes llevan una gran ventaja”, comentó un representante de la comunidad.
En lo que están de acuerdo y coinciden estos dos sectores de la ciudad es que es el momento de hacer algo frente al incremento de hechos delictivos y la baja percepción de seguridad. Señalan que no hay una política clara de seguridad con la que se le haga frente a la situación y es urgente que la administración haga algo porque de momento la delincuencia ha ganado ventaja.