Acciones penales y de orden disciplinario está preparando desde ya el concejal Javier Julio Bejarano luego de las faltas de respeto, las injurias y las calumnias a las que fue expuesto por parte del alcalde William Dau Chamat. Asegura el cabildante que está estudiando todo esto con su equipo jurídico y, muy seguramente, no pasará de esta semana.
El concejal que marcó su independencia de la administración recientemente señaló que como funcionarios públicos tanto el alcalde como él se tienen unas normas y a unos reglamentos que no se pueden transgredir en ningún momento. “En las declaraciones que el alcalde dio ayer no solamente me faltó al respeto a mí sino a mi madre. El debate político no puede sostenerse bajo esa forma porque a nosotros nos siguen niños, jóvenes. El llamado a un funcionario público es siempre a guardar el decoro y el respeto por la ciudadanía”, precisó el concejal.
Recordemos que a través de las redes sociales, el concejal Javier Julio, conminó al alcalde a que le manifestara a la ciudad lo que se había hecho con el presupuesto de la ciudad que está por el orden de los 2 billones de pesos; situación esta que hizo perder el control al alcalde pues consideró que lo estaban tratando de malandrin y fue entonces cuando en medio de la cólera y el disgusto le faltó al respeto al concejal Bejarano con varios madrazos incluidos.
Los cartageneros han rechazado estas declaraciones por parte del mandatario y señalaron que, no se convierten estas en un buen ejemplo para las nuevas generaciones en la ciudad. Es la segunda vez que Dau le falta al respeto a Bejarano.
LOS CASOS EN EL PAÍS
Por hechos como los que se evidenciaron el pasado fin de semana en los que se escucharon insultos y ofensas de Dau contra el concejal, hay que recordar que en el país ya se ha visto la mano de la Procuraduría actuar en casos similares con suspensiones y llamados de atención. El más reciente caso ocurrió en el municipio de Becerril, Cesar, donde el concejal Ronny Andrés Vargas Jiménez, fue responsable, en primera instancia, de la falta disciplinaria de haber insultado y maltratado verbalmente al presidente del Concejo.
Recordemos que allí se sintió con todo el rigor del Ministerio Público, toda vez que fue una sanción con destitución e inhabilidad por proferir insultos contra el también concejal José Alfredo Alcócer Cárcamo. Igualmente en Bucaramanga, el alcalde Rodolfo Hernández, fue suspendido por transgredir su función disciplinaria al agredir verbalmente a un veedor ciudadano al que calificó de ‘lava culos’ de la politiquería.
Muy buen aporte, muy recomendable! Saludos.