Tres o cuatro escenarios en la ciudad de Cartagena dejaron en evidencia, en los últimas semanas, si por parte de la Policía se estaría extralimitando la Fuerza Pública o, se estaría cumpliendo debidamente con lo que ordena y estipula la ley.

Afortunada o infortunadamente para la autoridad policial y, como evidencia para la sociedad, todo, en los actuales momentos, queda grabado en los móviles celulares y es subido de inmediato a las redes sociales. No hay un solo hecho, de los cuatro que tomamos como referencia, que no hayan quedado en las memorias de los smartphone de quienes están alrededor que, de inmediato activan la opción de video y comienzan a grabar.

Aduce la autoridad a su favor que, en todo momento, están cumpliendo debidamente con lo dispuesto por la ley y, precisa, a través de comunicados que adelantara las respectivas investigaciones para determinar la responsabilidad de los uniformados que participan en cada una de estas acciones.

Para la comunidad, está claro, que la Policía se viene extralimitando desde hace varias semanas y hace falta que le pongan freno por parte de la administración distrital a través de la Secretaría del Interior que ha sido, a juicio de los afectados, muy tibia en los llamados de atención.

Y es que, ya han dejado de ser solamente los barrios extramuros de la ciudad de Cartagena como La Esperanza o los toques de picó y auqellas fiestas clandestinas para pasar a sectores exclusivos como Castillogrande o Manga. Y lo más preocupante, es que aquellos que podrían ser llamados ‘intocables’, han comenzado a sentir el rigor de que la Fuerza Pública haga cumplir la ley o extralimitarse en sus funciones.

Para una sicóloga como Flor María Gutiérrez, en una situación como esta se puede ver reflejado el estrés y la bomba de tiempo en la que se ha convertido el confinamiento, la cuarentena y la necesidad de que la autoridad haga cumplir las condiciones para evitar el contagio. “En esto, el caldo de cultivo está en una sociedad que está crispada y no tolera que le digan nada pero además está la autoridad que tiene la obligación de velar porque las disposiciones se cumplan en un momento en que todo el mundo está con los ánimos caldeados”, manifiesta la especialista.

LOS CUATRO ESCENARIOS

El último de los escenarios muestra a una policía que arremete contra los hijos del parlamentario Alonso del Río. Los uniformados, armados con sus pistolas de dotación, llegan hasta el edificio y los reducen hasta dejarlos quietos en el piso sin poder decir una sola palabra. Esto ocurre cuando días antes miembros de la Policía perseguían a una persona en el barrio La Esperanza y al no lograr su captura, entraron en una residencia y acabaron con la gran mayoría de las pertenencias.

De esta situación también fue víctima una joven que cumplía con su jornada de deportes en Castillogrande. Fiona Beeson, fue privada de la libertad por parte de los uniformados luego de que fuera a reclamarle para hacer valer sus derechos. Una palabra sería el detonante para que los policiales actuaran. Entre ellos, se encontraba el comandante de la Policía, general Henry Sanabria Cely. Y finalmente, el periodista y locutor José Manuel Pinzón habría padecido cuando los uniformados hicieron valer su condición de autoridad y, según ellos, tras un irrespeto lo remitieron hasta la Fiscalía.

DERECHO AL DEBIDO PROCESO DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS

En términos generales y con referencia a los videos replicados en algunas redes sociales, que muestran un posible uso excesivo de la fuerza, precisamente por parte de los policías adscritos al CAI Manga, se ha iniciado una investigación disciplinaria que determinará si se pudo presentar, con la conducta de los uniformados, una posible extralimitación en el ejercicio de sus funciones.

Durante un control frente a las medidas sanitarias dispuestas por el Gobierno nacional y la autoridad distrital, para prevenir la propagación del Covid – 19, los policías realizaron un llamado de atención a unos jóvenes que finalizaban una práctica deportiva, debido a que uno de ellos no utilizaba correctamente el tapabocas. Lo que en un principio fue un llamado de atención, culminó en un posible uso no justificado de la fuerza.

Esta actuación será investigada, respetando el debido proceso y la presunción de inocencia de los implicados, sin entrar en juicios apriori frente a las conductas de estos servidores públicos.

Luego que se hicieran públicos en redes sociales distintos vídeos en los que se aprecia un presunto abuso de autoridad por parte de la policía contra un grupo de deportistas en la bahía de Manga, el comando de Cartagena anunció una investigación contra los patrulleros.

“Con referencia a videos replicados en algunas redes sociales, que muestran un posible uso excesivo de la fuerza, por parte de policías adscritos al CAI Manga, se ha iniciado una investigación disciplinaria que determinará si se pudo presentar, con la conducta de los uniformados, una posible extralimitación en el ejercicio de sus funciones”, explicó en un comunicado de prensa la policía.

Durante un control frente a las medidas sanitarias dispuestas por el Gobierno nacional y la autoridad distrital, para prevenir la propagación del Covid-19, los policías realizaron un llamado de atención a unos jóvenes que finalizaban una práctica deportiva, debido a que uno de ellos no utilizaba correctamente el tapabocas.

Lo que en un principio fue un llamado de atención, culminó en un posible uso no justificado de la fuerza, contra los dos hijos del representante a la cámara por el departamento de Bolívar, Alonso del Río.

Esta actuación será investigada y según la institución, se hará respetando el debido proceso y la presunción de inocencia de los implicados, sin entrar en juicios apriori frente a las conductas de estos servidores públicos.

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