Por Aniano Morales Blanco – Administrador Público de profesión y formador comunal
La historia de Cartagena y Colombia está llena de misterios y verdades ocultas. Durante mucho tiempo, se ha enseñado que la llegada de los españoles en 1492 marcó el comienzo de la civilización en estas tierras. Sin embargo, esta narrativa es solo una parte de la historia. Antes de la conquista, nuestras tierras estaban habitadas por civilizaciones avanzadas que desarrollaron conocimientos sofisticados en astronomía, medicina, agricultura y más, que incluso superaban a los de las civilizaciones europeas de la época.
Los Muiscas, Quimbayas y Tayrona son solo algunos ejemplos de las culturas que florecieron en Colombia antes de la llegada de los europeos. Estas civilizaciones construyeron ciudades sobre montañas, bordes de ríos y zonas costeras, y transmitieron sus conocimientos de generación en generación. Sus piezas de oro, estudiadas por la NASA, muestran un nivel de sofisticación que rivaliza con la tecnología moderna. Además, desarrollaron sistemas de gobierno, leyes y calendarios avanzados que demuestran su alto grado de civilización.
Un legado que supera la imaginación: estas civilizaciones no eran primitivas, como se ha querido hacer creer. Eran sociedades complejas y avanzadas que desarrollaron tecnologías y conocimientos que incluso los griegos y romanos no tenían. Por ejemplo, los Muiscas tenían un calendario solar y lunar sofisticado que les permitía predecir eclipses y otros fenómenos astronómicos. Los Tayrona, por su parte, desarrollaron una arquitectura impresionante que les permitió construir ciudades en las montañas y aprovechar los recursos naturales de manera sostenible.
¿Por qué seguimos venerando a los conquistadores? Es paradójico que sigamos venerando las imágenes y los hechos causados por Pedro de Heredia y Cristóbal Colón, cuando desconocemos la verdadera historia de estos pueblos civilizados. ¿Por qué no se les da el mismo reconocimiento a las civilizaciones que existieron antes de la conquista? La respuesta es compleja, pero parte de la razón se debe a la dominación cultural y la explotación que sufrieron los pueblos indígenas a manos de los conquistadores europeos.
Es hora de cambiar esta narrativa. Es importante reconocer y valorar la historia y la cultura de los pueblos indígenas que habitaban en Colombia y Cartagena antes de la conquista. Esto puede ayudarnos a entender mejor nuestra identidad y a construir una sociedad más inclusiva y respetuosa de la diversidad cultural. Debemos reivindicar nuestra historia y nuestra identidad cultural, y dar el reconocimiento que merecen las civilizaciones que existieron antes de la conquista.
Proponemos que el gobierno nacional y las universidades colombianas tomen medidas concretas para:
– Investigar y documentar la historia y la cultura de los pueblos indígenas que habitaban en Colombia antes de la conquista.
– Incluir en los currículos escolares la historia y la cultura de los pueblos indígenas, para que las nuevas generaciones puedan conocer y valorar su legado.
– Crear programas de preservación y difusión de la cultura y la historia de los pueblos indígenas, para que puedan ser apreciadas y reconocidas por la sociedad en general.
– Establecer alianzas con comunidades indígenas del territorio colombiano para trabajar juntos en la preservación y difusión de su antropología, cultura e historia lingüística.
– Crear un museo o centro de interpretación que muestre la historia y la cultura de los pueblos indígenas de Colombia, para que puedan ser apreciadas y reconocidas por la sociedad en general.
Es hora de que Colombia reconozca y valore su verdadera historia. Es hora de que las universidades y el gobierno nacional tomen medidas concretas para preservar y difundir el legado de las civilizaciones precolombinas que existieron en nuestro territorio.

