Editorial

En tiempos donde las urgencias y los imprevistos ponen a prueba la capacidad de respuesta de las administraciones locales, el gabinete del alcalde Dumek Turbay ha demostrado que la diligencia y el compromiso son los pilares de su gestión.
No es casualidad que, ante eventos como inundaciones, roturas del acueducto, fallas en el emisario submarino o bloqueos de vías, los funcionarios hayan dado un paso al frente con una rapidez que merece reconocimiento. Su capacidad de movilización, en cuestión de minutos, refleja una estructura organizativa sólida y un genuino interés por salvaguardar a la ciudadanía.
El despliegue de recursos humanos y técnicos no solo ha sido eficiente, sino también integral. Los funcionarios han sabido allegar colaboración de empresas privadas, contratistas y la comunidad, fortaleciendo así la capacidad de respuesta ante las contingencias. Esta sinergia entre lo público y lo privado, junto con el apoyo ciudadano, ha marcado una diferencia en la atención de emergencias.
Recorriendo los barrios de Cartagena y lugares icónicos como el Centro Histórico, es evidente que la presencia institucional no se limita a un sector de la ciudad. Desde las zonas urbanas hasta las islas, playas y mar abierto, el gabinete ha estado presente, enfrentando cada desafío con determinación y coordinación.
Ejemplo de ello es el trabajo conjunto entre la Oficina de Gestión del Riesgo, los bomberos liderados por el director, y la cuadrilla del alcalde. Estos equipos no solo atienden emergencias, sino que también se dedican a labores preventivas, como el aislamiento de basuras para garantizar el flujo de los drenajes, mitigando así el impacto de las lluvias atípicas que afectan a la ciudad.
Lo más notable es la proximidad de los funcionarios con la ciudadanía. Su disposición para estar «de cara a los ciudadanos», como ellos mismos lo han dicho, no solo demuestra compromiso, sino también empatía. Este enfoque humanizado fortalece la confianza de los cartageneros en su administración.

Sin embargo, más allá de la respuesta inmediata, es imperativo que esta diligencia se traduzca en medidas a largo plazo. Las contingencias son inevitables, pero la prevención y la planificación pueden minimizar su impacto. Cartagena necesita sistemas de drenaje más robustos, infraestructura resiliente y campañas educativas para fomentar el cuidado del entorno.
El gabinete de Dumek Turbay ha dado un ejemplo de cómo actuar ante las crisis. Ahora, el desafío es consolidar estas acciones en una gestión que trascienda la coyuntura y se proyecte hacia un futuro más seguro y sostenible para todos los cartageneros, con el respaldo y apoyo que merece un gobierno cercano, estratégico y comprometido, que cada día gana mayor reconocimiento, no solo a nivel local, sino también en el ámbito nacional, donde los elogios se escuchan con fuerza.

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