Un protagonista en la sombra ha aparecido en medio de las audiencias concentradas que se adelantan a los presuntos implicados en el crimen del fiscal antidrogras paraguayo Marcelo Pecci ocurrido el pasado 10 de mayo en la isla de Barú. Amenazas de muerte e intimidaciones han surgido en contra del funcionario judicial que investiga el caso y el juez que preside las audiencias.
Cuatro hombres y una mujer fueron capturados en el municipio de Envigado, Antioquia y de allí fueron trasladados a la ciudad de Cartagena donde se adelantan las respectivas audiencias. El ambiente es tenso en el complejo judicial donde se hizo saber por parte del juez el mensaje de la intimidación: «nos hicieron saber que nos escondiéramos donde quisiéramos, él nos encontraría o su organización y nos mataría».
De esta intimidación ya hay constancia de audio en la diligencia judicial que se adelanta en el complejo judicial. Al parecer las intimidaciones provienen de una organización transnacional dedicada al sicariato. Las autoridades adelantan las respectivas investigaciones para determinar de dónde provienen las amenazas.

