Un mensaje de amor y paz fue el que envió hoy la Reverenda afro cartagenera de la iglesia Anglicana, Victorica Mendoza, quien señaló además que todo en el mundo fue transformado por cuenta de la pandemia del Covid19, situación a la que no ha sido ajeno el Reino Unido donde presta sus servicio como sacerdotisa y líder de la iglesia anglicana donde fue ordenada sacerdotisa hace tres años y asiste servicios religiosos.
Asegura que de Blas de Lezo y la Navidad recuerda el olor a las deliciosas comidas que preparaban en casa de su madre y, no se le olvida el hecho de que todos en su barrio se armaban de bocha y pintura para poner su casa a la altura de una celebración tan importante. Para quienes la conocen saben que con su sonrisa logra ministrar y endulza a quien la conoce.
Señala que como todos los servicios de la iglesia se están haciendo a puerta cerrada debido al Covid19 y todo, según ella, ha sido un cambio en la preparación de lo que normalmente se hace. “La iglesia Anglicana tiene un contacto muy cercano con la sociedad y hemos pasado de tener 30 a 100 familias a la semana y abrimos la puerta del camino en el ámbito social a mucha gente que lo requiere”, precisa la reverenda quien asegura a rajatabla que hincha del Chelsea.
En la proximidad de la Navidad, señala, está próxima la celebración del Advenimiento y en la iglesia Anglicana lo celebra desde el 1 de diciembre hasta el 21. “Es una etapa de preparación y expectativa frente a la venida de Cristo. Entramos ahora en el proceso de Navidad y los Villancicos y coros fueron grabados y todos se sintieron como la nostalgia de no estar compartiendo”, sostuvo la religiosa quien precisó que los invade la nostalgia porque el 24 se realiza un servicio con los niños y este año todo es marcado por la soledad.
Por el contrario, y si hay algo bueno y positivo en todo esto, resalta la reverenda es que esta situación nos ha devuelto a lo básico que es la familia y la unidad. “Es mirar hacia dentro de nuestros hogares porque celebramos precisamente el que una familia esté unida en torno al nacimiento de Jesús”, expresó la sacerdotisa quien resaltó que hay que volver a las casas.
El mensaje para los cartageneros está consagrado en Juan 3 – 16 que señala: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Y seguidamente dice que Jesús no vino al mundo a condenar vino para que seamos salvos. “Jesús vino para salvar y no podemos dejar que nos condenen. No condenemos a nadie. No condenemos al gobierno. Para un momento y piensa que de tal manera tú los amas que das todo por ellos. Un beso, un abrazo y demás”, precisó la reverenda.
En este momento, el mensaje es claro para los cartageneros y es mirarnos hacia dentro y pensar qué se está haciendo como individuo para que esto pase. “El gran cambio viene y todo depende de las decisiones que se tomen. Hay que ver en ese momento cómo miro a mi familia, cómo miro a mi hermano y que tan importantes son para mí en lugar de irme para un partido de fútbol. Dedicarle a mi familia más tiempo”, concluye la reverenda.