Crónica de una infamia, así definió el exgobernador Juan Carlos Gossaín la decisión que tomo el Ministerio Público, luego que se conociera una decisión en el que lo inhabilitan por 10 años para ocupar cargos públicos. El dirigente político publicó en sus redes sociales todo el proceso que se le ha seguido por el caso de la hemofilia que viene afrontando desde hace varios años atrás.

Según él, en su momento, la Fiscalía Delegada para la Corte Suprema de Justicia, archivó toda actuación que se desprendiera de dicho proceso dejando claro que no era atribuíble a Gossaín ninguna acción «ni por apropiación de recursos del estado, ni por prevaricato por omisión en la defensa de la entidad siendo entonces gobernador del departamento de Bolívar para la época.

Aclara Gossaín que siguiendo las acciones de la Contraloría General de la República, la Procuraduría inició un proceso disciplinario con el que se determinaría si se hicieron bien o no los pagos por servicios de salud a pacientes hemofílicos. «Pese a demostrar que actuamos acorde a los cuatro interventores de la Superintendencia de Salud, la Procuraduía con fecha 12 de octubre acaba de inhabilitarme por 10 años para ocupar cargos públicos», precisó.

Aclara el exgobernador que los dos fallos quedan entonces en una multa por pagar una factura sin cumplir todos los requisitos legales y la inhabilidad por no haber realizado el control de seguimiento a los pagos efectuados en la secretaría de salud. Esto, según Gossaín, contrario a lo ocurrido en el departamento de Córdoba donde se crearon listas de pacientes y se pagó a la población que nunca fue atendida. «Los medios de comunicación convirtieron entonces los casos en lo que se denomino el cartel de la hemofilia, siendo completamente distitntos», aclara Gossaín.

Finalmente, el exgobernador sostiene que se generó un boom mediático de desmedidas proporciones que buscaba desplazarlo, según él, de la vida pública. «Ha sido mi intención al culminar mi mandato como gobernador alejarme de la política pero ahora ya es oficial. Lo que no se podrá nunca es limpiarse de semejante infamia. Sigo mirando con la frente muy en alto», concluyó.

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