¿Un secretario más adepto del Centro Democrático de Uribe y Duque en la alcaldía? Esa es la pregunta que ronda hoy en la cabeza de los cartageneros que ven con preocupación como esta colectividad ha ido sumando de a poco en la administración y deja entrever lo que era un secreto a voces. La influencia de la familia Araújo en el Palacio de La Aduana.
La reciente columna de opinión de don Rodolfo Díaz Wrigth en este portal deja entrever que el que llegue un nuevo Secretario de Hacienda del interior del país o adepto del Centro Democrático es una opción que se contempla en la agenda por parte del mandatario distrital.
Y a estos conceptos se le suman los argumentos esbozados recientemente por parte del concejal Javier Julio Bejarano quien posteó en redes lo siguiente: “Se va el Profe Dewin Perez, presentó carta de renuncia irrevocable y ya tienen fichado para su reemplazo una persona que viene de la Hacienda Nacional, en otras palabras viene un Secretario de Hacienda del Centro Democrático. ¡El tiempo le da la razón a quien la tiene! Quiso Dau mostrarse como un gobierno alternativo y popular, y al finalizar el año muy pocos alternativos y funcionarios populares quedarán y muchos se molestan porque digo la verdad”, precisó.
Está claro que, ante los hechos que se evidencian y la relación directa del alcalde con el Centro Democrático, lo que se avizora es el fortalecimiento de la familia Araújo quienes pretenden sacar los mayores dividendos de este ‘respaldo’ y acompañamiento que le han prometido al mandatario distrital. De los funcionarios alternativos y de izquierda poco quedará pues con el paso de las semanas están saliendo a flote los compromisos y los pactos que se establecieron por parte del alcalde una vez asumió.
Para nadie es un secreto que la izquierda o el camino alternativo está quedando relegado en una administración que poco o nada está haciendo para superar los verdaderos problemas del cartageneros del común. Los ojos de las familias de poder como los Araújo comienzan a colocarse en puestos claves y que le son de su interés como es el caso de Edurbe y ahora Hacienda. Lo que preocupa en este momento es que la inversión social que se proyectó para este año no se cumplirá.
Restan 40 días para que culmine esta vigencia y, en tan corto tiempo, muy seguramente no se logrará cumplir con la proyección que se tenía para los sectores más afectados de Cartagena. Los cambios y las crisis en el gabinete reflejan la necesidad de atender los compromisos. Todo esto se tapa, como es ya costumbre en la administración, con señalamientos que dejan mal parado al funcionario que sale. Dau se está quedando solo y posiblemente sus enemigos pueden estar más cerca de lo que él se pueda imaginar.