Por RUBÉN RODRÍGUEZ GARCÍA

En época de pandemia, de crisis y demás, celebramos que la Arquidiócesis salga en defensa de los menos favorecidos, y les tienda la mano, como ha ocurrido recientemente con la feligrés Cynthia Pérez Amador, al cancelarle la salud y la pensión que le debían por todo el tiempo que ella declaró en su hoja de vida haber laborado en la iglesia María Madre de los Pobres de la Arquidiócesis y, que presentó como experiencia de trabajo social, para acceder a la Ops en el Distrito.

Pero recordarle también a Monseñor Jorge Enrique Jiménez que ella aseguró también que había trabajado con la señora Ruby Torrejano y esta última manifestó que nunca lo había hecho y que además le habían falsificado la firma en la constancia laboral. Resaltamos la preocupación de la iglesia por proteger a la Primera Dama, en lo que ha señalado una persecución. Ahora bien, ¿no es menester entonces de la iglesia y de sus representantes salir a promulgar el que se sepa la verdad y que salga a flote la justicia?

Planteadas estas dicotomías no se sabe qué camino coger y se requiere en todo momento la firmeza que ha demostrado el Papa Francisco cuando ha dicho que ‘la prudencia, nos da la capacidad de distinguir lo verdadero de lo falso y nos permite atribuir a cada uno lo suyo’.

Nos llena de orgullo que hoy la iglesia católica en Cartagena, pagara exactamente cinco días después de que anunciaron la investigación por parte de la Contraloría Distrital, en contra de la Primera Dama y se pusiera al día en el pago de la señora Cynthia. Recordemos entonces que aún sigue vigente la investigación en su contra por la Responsabilidad Fiscal en el pago excesivo de sus honorarios en la labor que viene cumpliendo con la Administración Distrital.

El alcalde a regañadientes, aceptó y manifestó que efectivamente, le cumplió al ente de control bajándole el salario a su Primera Dama y se cumple en un porcentaje con las exigencias y reclamaciones de la Contraloría; sin embargo, es de recordar que no son solo anuncios y que falta aún que la señora Cynthia haga la devolución con su puño y letra de los más de 30 millones de pesos de más, que se le vinieron cancelando en estos meses.

Ahora bien, en el caso de Cynthia y el pago de su seguridad social, le anunciamos a Monseñor Jorge Enrique Jiménez Carvajal, que más de un abogado se estará peleando por las personas que prestan sus servicios y que trabajan para la Arquidiócesis. Las demandas serán millonarias en procura de que, al igual que a la señora Cynthia, salgan corriendo a pagarles las cuantiosas cesantías y las cuotas millonarias de la seguridad con las que hasta el sol de hoy se encuentran colgados.

Una feligrés como Cynthia puso a la Arquidiócesis a correr para que le pagaran y se pusieran al día con ella. Pero será que el Alto Prelado de la Iglesia Católica en Cartagena hará cumplir las mismas condiciones para más de un trabajador que hoy no cuenta con todas las garantías contractuales en la Arquidiócesis. Lo de Cynthia es un verdadero milagro porque si algo se tiene como precepto en la iglesia es que la labor cumple una misión social y es más una entrega hacia los demás.

Es por ello que el pueblo se regocija cuando en La Heroica la iglesia ha dado muestra de ser cumplidora de su deber contractual pero, eso sí, que no se olvide que hay muchos más en fila y que seguirán el ejemplo de Cynthia. Y aunque el billete pinta que es largo y cuantioso, es lo de menos, porque lo que quedó demostrado con la Primera Dama es que aunque la crisis está presente, la platica sale para ponerse al día con sus empleados.

A Monseñor felicitarlo por tal alto gesto de humildad y reconocimiento, pero además aprovechar estas líneas para pedirle también que, debido al momento por el que atraviesa la ciudad, llame la atención del alcalde Dau para que se acuerde de gobernar y dejar a un lado los conflictos y señalamientos ya que con eso estamos restando y solo nos dejará sumidos a un discurso en el que, es mucho más importante la pelea que la reactivación o el show mediático a la sensatez.

Despedirnos y decirle al Arzobispo que será un hombre que quedará en los anales de la historia de la iglesia Católica de Cartagena porque fue quien procuró trabajar por el bien de los menos favorecidos y les cumplió. Nos mantenemos a la espera de las respuestas de los demás. Ojalá sean tan inmediatas como las de la señora Cynthia.

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