La Administración Distrital de Cartagena atendió el requerimiento de la Procuraduría Provincia y decidieron convocar a un consejo extraordinario de seguridad por el crimen del ciudadano norteamericano, Gregory Stewart Owens, quien fue asesinado tras oponerse a un atraco en el barrio Marbella. Solo dos hechos de sangre, el del fiscal Pecci y ahora el del extranjero, de los más de 350 sicariatos en la ciudad, han logrado llamar la atención de la alcaldía para que asuma el control y entienda que este derrame de sangre en la ciudad se resuelve con autoridad.
Y precisamente el mandatario distrital William Dau, se vio obligado a salir a redes sociales y medios a lamentar el crimen de Gregory Stewart, en el entendido de lo que esto significa para la ciudad y el turismo. «Cuando una ciudad no tiene autoridad y no tiene gobierno esto es lo que pasa. Los muertos comienzan a tener nivel y estratificación social. Hoy le ocurre a este gringo y todo el mundo se lamenta y los demás muertos dónde quedaron», precisó el veedor Eduardo Sánchez.
A lo anterior, la administración ha sumado la suma de 20 millones de pesos como recompensa a quien suministre información que permita dar con el paradero de los responsables de este hecho de sangre. Hoy la ciudadanía exige autoridad y presencia policial en toda la ciudad y cuestionan a través de las redes el que recientemetne retiraran de Marbella un Cai móvil que hacía presencia permanentemente.
La tensión no cesa en la ciudad donde la inseguridad y el sicariato reinan en cada rincón de esta capital. Y a esto se la suma la poca importancia que le ha dado la administración a temas tan importantes como estos. Está claro que un consejo de seguridad sirve para poco cuando el mal ya está corriendo por las calles pero en lo que siempre estuvieron de acuerdo los cartageneros era que la ciudad estaba hablando y William Dau y su Secretaría del Interior estaban sintonizados en otra realidad.

