Por: Fredy Goyeneche
Fiona Beeson es una cartagenera autentica hija de cartagenera e inglés. Evidencia de globalización hibridada con lo local y criollo de su cultura en una ciudad puerto que tiene su propia dinámica de costumbrismos y localismos de su ethos díscolo y extrovertido.
En los últimos días ha sido difundida por los Medios nacionales, locales y redes sociales la lamentable situación de Fiona con agentes de la policía nacional, pero particularmente con su comandante General Sanabria Cely. Esos mismos Medios textualmente describen las declaraciones de ella y reproducen documentos oficiales que sintetizan de primera mano el desencuentro entre la ciudadana y la Institucionalidad producto del cual fue esposada, conducida a pie por más de in kilómetro de la ciudad escoltada por 5 agentes policiales y finalmente conducida a una celda confinada con más de 25 otras mujeres detenidas sin ningún elemento propio de bioseguridad con grave riesgo de contagio.
Como ciudadano protesto vigorosamente por tal procedimiento.
No hay razon alguna para ese tratamiento arbitrario, ilegal y machista. Ciertamente el general Sanabria no conoce la cultura del ciudadano del patio que debe mantener el orden público. Debería hacer un esfuerzo superior y humilde por interpretarla a partir de su propio contexto, esa es una responsabilidad personal de profesional que no encontrará ni en la Academia, la Escuela ni en los textos o manuales, es parte del proceso de aprendizaje siempre continuo de la experticia en el ejercicio de la misión vocacional y el fortalecimiento de las instituciones.
Fiona es ua mujer de bien, ciudadana cumplidora de la ley. La conozco desde niña, pero podría ser cualquiera niña hoy adulta, sé que no es una actitud de irrespeto a la ley lo que ha caracterizado su vida y también la de muchas mujeres y hombres cartageneros en sus relacionamientos con la institución policial. Pero también es usual, como el lenguaje de Fiona, decir que el respeto se gana. El arresto de Fiona no es más que la evidente expresión de desconocimiento de lo mínimo de lo local: como se comunican los ciudadanos del común en sus relaciones cotidianas del diario discurrir local. Por esa valoración subjetiva y arbitraria del lenguaje el General di orden de arresto.
El General debe unas disculpas a la Cartagenidad