Cansada, inconforme e indignada, así se encuentra la comunidad de Crespo al ver que la Avenida de las Américas, una de las más tranistadas del sector está bloqueada de manera constante por parte de la Armada Nacional, sin ninguna autorización formal por parte del tránsito.

Los vecinos levantaron su voz de rechazo ante esta situación que, entre otras cosas, se ha transformado en un problema permanente que genera trancones, retrasos y molestias para quienes transitan por la zona, que conecta gran parte del norte de la ciudad y colinda con el Aeropuerto Internacional Rafael Núñez.

Las sorpresas no paran para los habitantes de Crespo que despiertan todas las mañanas con vallas metálicas indeseadas, uniformados y vías cerradas sin previo aviso. La escena se repite en la Avenida de las Américas, donde militares impiden el paso vehicular en una ruta vital para el barrio y para toda Cartagena, al conectar con el centro y la zona turística.

Lo más grave no es solo el cierre en sí, sino la manera arbitraria en que se ejecuta. Sin coordinación con el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT), sin comunicación con la comunidad, sin respeto por el derecho al libre tránsito. Un atropello más que refleja la desconexión entre las autoridades y la ciudadanía.

La ubicación del aeropuerto Rafael Núñez dentro del perímetro urbano ha sido, por años, un tema pendiente en la agenda distrital. La convivencia forzada entre aviones, bases militares, comercios y viviendas es un símbolo de la falta de planificación urbana que hoy cobra factura en movilidad, seguridad y calidad de vida.

Los líderes comunitarios de Crespo han sido claros: Cartagena necesita replantear la ubicación de su terminal aérea y las instalaciones militares aledañas. No es razonable que, en pleno siglo XXI, se mantengan estructuras de defensa y operaciones aéreas dentro de zonas densamente pobladas.

La presencia de bases y viviendas militares en áreas residenciales no solo vulnera derechos básicos como la libre circulación y la tranquilidad, sino que contradice los principios internacionales sobre la separación entre espacios civiles y militares. Cartagena debe avanzar hacia un modelo de ciudad moderna, donde la convivencia no se vea amenazada por cercas, retenes ni decisiones unilaterales.

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