El béisbol bolivarense vuelve a verse atrapado en un laberinto de improvisaciones y decisiones poco claras. Lo que parecía ser un paso decisivo para recuperar la institucionalidad de este deporte —la asamblea extraordinaria programada para el 29 de agosto en la discoteca La Timba, donde se elegiría el órgano de administración de la Liga— terminó diluyéndose en un repentino aplazamiento por parte del Comité Provisional de la Liga de Béisbol de Bolívar.
Según consta en la comunicación enviada por Julio César Morelos Nassi, gerente encargado de Iderbol, la decisión de suspender el evento se tomó mediante la Resolución No. 004 de 2025, amparándose en la supuesta “imposibilidad de contar con un censo real y actualizado de clubes afiliados con derecho a voz y voto”.
La medida, lejos de brindar transparencia, despierta más dudas que certezas. El Comité fue creado formalmente el 13 de agosto de 2025, por lo que ha tenido un margen razonable de tiempo para recopilar y depurar la información de los clubes. Pretender ahora que esa carencia sea excusa para frenar la elección resulta, como mínimo, controvertible y poco serio.
Más aún, el gerente de Iderbol recuerda en su oficio que Bolívar viene de conquistar una medalla de oro en las pasadas justas deportivas nacionales, lo que debería traducirse en un impulso institucional y no en dilaciones que amenazan con paralizar el proceso.
Peticiones claras, respuestas pendientes
El documento de Iderbol exige al Comité Provisional explicar, con fundamentos jurídicos, las razones del aplazamiento. Además, solicita certificar cuántos clubes cuentan con reconocimiento deportivo vigente, cuántos tienen órgano de administración activo y si los aspirantes a dirigir la Liga cumplen con la titulación exigida por el Ministerio del Deporte en legislación y administración deportiva.
Un golpe al futuro del béisbol
Mientras el país espera que Bolívar consolide una Liga fuerte, que organice y patrocine el talento local, la realidad muestra un escenario enredado y poco transparente. La decisión del Comité no solo pospone una elección, también prolonga la interinidad, mina la confianza de los clubes y envía un mensaje de improvisación en un deporte que históricamente ha sido orgullo de la región.
En lugar de fortalecer la institucionalidad, el béisbol de Bolívar parece condenado a seguir jugando en terreno movedizo, con dirigentes más ocupados en postergar que en construir.

