¡Con orgullo y entusiasmo!, así reciben los samarios el cumpleaños número 498 de Santa Marta, ciudad dos veces santa, pionera del turismo náutico y con características inconfundibles como su majestuosa Sierra Nevada, montaña de litoral más alta del mundo; sus inolvidables paisajes, el verde de sus montañas y el azul de sus mares, que la han definido como la ‘Bahía más linda de América’.
Fundada el 29 de julio de 1525 por el conquistador Rodrigo de Bastidas, Santa Marta es la ciudad más antigua del país y la segunda en Sudamérica. Desde sus inicios, sus calles estuvieron llenas de historia y a lo largo de todos estos siglos se transformó en un destino obligatorio cargado de vivencias, cultura y alegría.
Lo que actualmente se conoce como la ciudad naturalmente mágica, era habitado por los indios Tayrona, quienes contaban con una organizada civilización que no se rindió fácilmente ante la presencia de los españoles.
Hasta 1543, Santa Marta era un importante puerto de conexión con el viejo continente, sin embargo, fue invadida y atacada varias veces por piratas, su población empezó a disminuir y las tomas continuaron en los años sucesivos. Entre 1655 y 1692, la ciudad fue quemada en diecinueve ocasiones por los bucaneros.
Tras pasar por tiempos difíciles, de ruinas y humillaciones, en la década de 1840 sucedieron varios hechos para el progreso de la ciudad y sus habitantes. Entre esos: el inicio de actividades en la Caja de Ahorros de Santa Marta en 1846, dos años más tarde se estableció el alumbrado público de la ciudad y posteriormente se constituyó la ‘Sociedad Filarmónica de Santa Marta’. Otro de los hechos fue el establecimiento del primer periódico económico y comercial del país, que se dio entre 1847 y 1860.
La prosperidad llegó con el siglo XX, época en la que mejoraron notablemente las condiciones económicas, además de conocerse nuevas costumbres, como la práctica del fútbol y, dar paso a una arquitectura más sencilla y difícil de enmarcar.
