Los cuestionamientos y las críticas para el Plan de Alimentación Escolar, PAE en la ciudad de Cartagena no cesan. Desde el año pasado se vienen elevando las quejas desde las diferentes instituciones educativas en donde se cuestionaron, en su momento, los altos costos para las compras de huevos, el cambio de dos huevos por atún y en algunos casos, la lata de atún que, según padres de familia, tenía aspecto de encontrarse en estado de descomposición.

Sin embargo, cuando se escucharon estas denuncias y señalamientos, en su momento dadas a conocer por parte de padres de familia de la Institución Educativa María Cano e igualmente de la concejal del partido Liberal Gloria Estrada, la Secretaría de Educación se defendió pero quedó en el ambiente un malestar y un sinsabor que no contribuían para nada con el normal desarrollo del PAE en esta capital.

“Le entregaron cuatro latas de atún a mi nieto de 6 años y eso es cartón molido lo que tiene dentro. Después de consumirlo le dio un fuerte dolor de estómago, pero, por fortuna no fue necesario llevarlo a un hospital porque le dimos unos medicamentos que mejoraron su salud”, aseguró, en su momento, Manuel Rivas, padre de familia.

Cuando se consideró que solo sería el atún, la concejala del partido Liberal, Gloria Estrada, denunció con evidencias en mano, las presuntas irregularidades en la ejecución del contrato de comisión para la celebración de operaciones en el mercado de compras públicas de la bolsa mercantil entre la Alcaldía de Cartagena y el comisionista Miguel Quijano y Cia S.A

Estrada aseguró que de manera inexplicable se cambió la lata de atún marca Sarcel que era entregada dentro de las raciones del Plan de Alimentación Escolar (PAE) por dos huevos sin que se registrara una disminución del valor total del paquete nutricional.

“El reemplazo del atún por los dos huevos representa una disminución sustancial del valor del paquete y a la fecha no se evidencia modificatorio alguno por este concepto. ¿Dónde está el dinero? Otros alimentos suministrados como la leche no cumplen con los lineamientos nutricionales”, explicó la concejala.

UN AÑO DESPUÉS

Un año después, las quejas y denuncias continúan. Los cuestionamientos del año pasado se suman a los importantes hallazgos de la Contraloría General de la República este año. En la Institución Educativa Las Gaviotas de esta capital el ente de control encontró que en los refrigerios que fueron entregados a los estudiantes había mango y banano podrido.

De igual forma, el ente de control evidenció bolsas de pan con menos gramaje al establecido en la dieta alimenticia, incumpliendo con lo que se contrató. “Encontramos un mango, una fruta que debe tener más de 100 gramos y esto no tiene 100 gramos. El estado de pudrición que tiene el mango es alto, cómo un niño se va a comer una fruta de estas. Además, encontramos un gramaje del pan completamente inferior a lo que está establecido en la dieta alimenticia del refrigerio como tal”, manifestó el Contralor Delegado para el Sector Comercio y Desarrollo Regional, Rafael Morales.

Al respecto no se escuchó pronunciamiento alguno por parte de la Secretaría de Educación; entre tanto que la comunidad educativa ha sido enfática en que se deben conocer los pronunciamientos y sanciones de ley por parte de los organismos de control pues, aseguran, que las quejas y denuncias no cesan. «Parecería que la administración se burlara de los entes de control y se quisiera pasar por la faja cosas tan serias como la alimentación de los niños», concluyó Wilson Martínez, padre de familia.

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