Por Rubén Rodríguez García

Diciembre es mes de balances. Una época del año en la que, en el caribe colombiano, soplan vientos de cambio y renovación. Se aprovecha entonces el último mes para recomponer, enderezar el camino e iniciar el nuevo año con una verdadera carga de optimismo y esperanza.

La ciudad se mantiene expectante sobre lo que pueda suceder este mes en relación con el juicio disciplinario que afronta William Dau por cuenta de la demanda interpuesta por el abogado Jair Javier Caro Villalba debido a la falta de respeto del alcalde con la directiva de la Universidad de Cartagena cuando la tildó de ‘nido de ratas’.

El 9, 16 y 23 de diciembre son las fechas marcadas en el calendario del presente año para determinar si es suspendido o no el mandatario distrital. Los hechos ocurridos en otros escenarios dan cuenta de que el panorama no es nada favorable para Dau y lo más seguro es que le sobrevenga una suspensión.

Cabe recordar que Dau le restó importancia a todo el proceso y las instancias se le fueron agotando. Cuando se vio arrinconado y sin excusa alguna que dar frente a lo que estaba ocurriendo, salió a las redes sociales, como siempre, a faltarle al respeto al procurador y a señalar que lo que iba a ocurrir con él no era más que una encerrona y que lo querían juzgar sin que se conociera el proceso. El comité de aplausos salió en su defensa y terminaron victimizando al mandatario.

La Procuraduría le demostró que no era así y le dio la oportunidad al abogado del alcalde de conocer el proceso y lograr contra argumentar cada uno de los señalamientos. Interesante hubiera sido ver al mandatario retractarse por enésima vez sobre algo que él supuso y que nunca se dio porque la tal encerrona solo existió en su cabeza pero su descuido con el proceso fue de conocimiento por parte de toda la ciudad. Hay quienes señalan que el Ministerio Público fue benévolo con el señor alcalde y, señalan, que no debió ser así. Y hasta logran imaginarse y concluir que tal vez hubo lobby por los lados de la capital por parte del senador cartagenero del Centro Democrático.

De llegar a ser suspendido el mandatario distrital, como es lo más seguro que pueda suceder, son varias las tareas que están pendientes y no se han cumplido. Con una serie de disposiciones difusas y nada claras frente a la Segunda Ola del Covid19 que afrontamos es bueno aclarar que son varias las familias afectadas por la reciente ola invernal que no han recibido ayudas; en el olvido están aún las más de 200 familias de las construcciones ilegales; no hay nada claro frente al tema de la reactivación económica que se viene dando sola sin un plan por parte de la administración.

Estas son solo unas de las tareas y asignaturas pendientes que no se han cumplido y que, en el nuevo año, en el 2021 se aguarda comiencen a marcar la agenda de la administración distrital. Lo que avizora el movimiento político Salvemos a Cartagena no es nada distinto a una posible suspensión y por eso trascendió que ya hay reuniones y acuerdos para comenzar a trabajar en lo que será la terna para el remplazo del alcalde Dau. Soplan vientos y no son de renovación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *