Por Rubén Rodríguez
Qué tristeza para el pueblo cartagenero ver que el alcalde, William Dau, se repite una y otra vez con las mismas acciones, y lo peor, es que aún no encontramos durante el tiempo que lleva su administración una respuesta concreta a los verdaderos problemas de ciudad que existen en este momento.
Los argumentos en los que tiene sumergida a la ciudad parecen un laberinto sin salida, mientras el pueblo asiste con desesperanza y desconsuelo a ver que no hay solución y mucho menos gestión, por ejemplo, para trazar un plan de reactivación económica que le permita salir de una vez por todas del confinamiento en el que permanece tras la pandemia. El alcalde se repite en sus acciones con las que hace más evidente la falta de gobernanza y de dirección para una ciudad que, desde hace varios años, perdió el norte y no hay quién agarre la brújula para señalar cuál debe ser.
SE REPITE EL ALCALDE CAZANDO PELEAS. En esta oportunidad buscando refugio en las redes sociales, donde ya no es tan fuerte, tildó a la exdirectora de la Escuela Taller, Alexa Cuesta de malandrina y de no querer seguir las directrices que se le estaban dando para su cargo. En un, dime que te diré, la exfuncionaria no se quedó callada y le dijo también cuatro verdades al alcalde, entre esas, lo que se nos viene para la ciudad con relación a nuestro patrimonio, y el afán que se tiene de entregarlo al Ministerio de Cultura para que sea esta entidad la que lo administre.
Y aunque se quedó corta la señora Alexa, tuvo valor y coraje de enfrentar al alcalde y ponerlo en su lugar con todo respeto. En esta oportunidad, el alcalde no supo cazar la pelea y salió mal librado, porque ante los argumentos de la doctora Alexa no se ha dicho nada y, en esto, hay mucha tela por cortar. Falta que nos digan, por ejemplo, de quién será el restaurante que se va a colocar en El Pedregal, en toda la muralla. Eso hace parte de las explicaciones.
SE REPITE EL ALCALDE CON SU SHOW. Y si a algo nos están tratando de acostumbrar el alcalde con su gabinete es a sus payasadas en un show mediático que no para. Ese mismo espectáculo ‘espanta bobos’ con el que pretende mostrarse como el Mesías y grita a los cuatro vientos que es el alcalde para que todo el mundo así lo entienda.
Señor Dau, se le abona el acompañamiento a esta marcha contra los abusos de la Policía en la ciudad; sin embargo, lo extraño en todo esto, es que a usted y a sus funcionarios, nunca se le escuchó una sola palabra en favor de que se esclarezca la muerte del joven futbolista Harold David Morales, en San Francisco y un respaldo para su madre. Es más me imagino que no sabe ni cómo se llama la señora.
Un fuerte pronunciamiento, en favor de esta familia era lo que, desde un principio, se ha debido hacer, y luego cuando llegara a la marcha se tuvieran sólidos argumentos de respaldo. Eso significa ser consecuente. Y no como esos actos, sacados de una pésima versión de Hollywood a la que asistimos el sábado, donde ‘Los Avengers’, con el concejal Javier Julio Bejarano, salen a luchar por la justicia y la libertad. Patético, la verdad.
Y FINALMENTE SE REPITE EL ALCALDE CON SU LIBRO DE LA VERDAD. Aunque pretenda cambiarle el nombre por Domingos de Denuncias, lo que hará a partir de hoy 13 de septiembre es la misma carreta con la que pretende buscar ‘likes y más seguidores’ en las redes sociales para tener una aceptación. Bueno lo que cambia un poco es que en esta oportunidad le metió un billetico a su publicación porque la imagen del mandatario ha decaído un poco teniendo en cuenta que no hay gobierno, que no hay un líder y que no un plan serio para la reactivación de la ciudad.
Las respuestas permanentes del alcalde Dau son las mismas y se repiten constantemente para no dar la cara a los serios problemas que se enfrentan. Las 250 familias de las construcciones ilegales no tienen ni idea lo que va a pasar con ellas, El Laguito aún no tiene una respuesta para la solución a su problema ambiental, la protección costera sigue aplazándose, los peajes continúan en la ciudad sin que se sepa qué va a pasar con ellos; los problemas de los centros de salud de la zona insular, en fin, estos entre otros, son las múltiples preocupaciones que agobian a la ciudad.
Asistirán hoy entonces en las redes a escuchar lo mismo de siempre y a ver que se conecta el comité de aplausos de quiénes ven en el alcalde aún la esperanza para sacar a la ciudad del laberinto. Lo malo es que ellos no saben que a Dau se le perdió la llave de la puerta hace mucho rato.