Cartagena siempre será un buen plan. Sus calles cargadas de historia, su cultura vibrante y su gastronomía única la convierten en un destino inigualable. Pero hoy, más allá de sus encantos tradicionales, la ciudad empieza a proyectarse hacia un futuro aún más prometedor: un modelo urbano que se construye de frente al agua, bajo la visión del alcalde Dumek Turbay.
La Avenida Santander es el mejor ejemplo de este renacer. Cada día más limpia, iluminada y rodeada de jardines, se ha transformado en un paseo marítimo que combina monumentos restaurados, playas renovadas y espacios para la vida ciudadana. Allí, los cartageneros y visitantes celebran bodas, primeras comuniones y encuentros familiares, mientras los atardeceres se convierten en un espectáculo que atrae miradas de todo el mundo.
Este nuevo rostro de la Santander devuelve orgullo y pertenencia a la ciudadanía, y anticipa lo que será el gran proyecto del Malecón del Mar: un espacio exuberante y moderno que multiplicará la llegada de turistas y consolidará a Cartagena como una ciudad que vive y se desarrolla de cara al mar.
La tarea es clara: seguir avanzando en esta transformación y prepararnos para recibir con entusiasmo la avalancha de visitantes que encontrarán en la Santander y en el Malecón del Mar un símbolo del progreso y la belleza de nuestra ciudad.
Esperemos pues que esto siga adelante y preparémonos con todo.

